miércoles, 2 de febrero de 2011

Consejos y amenazas para cuando estés lejos de casa

     Cuando estés lejos de casa y el viento sople frió y gélido contra tu piel, recuerda que hay una bandada de patos, gansos, ocas y cisnes recorriendo el mundo en todo momento, buscándote, para abrazarte y darte abrigo entre sus plumas.

     Cuando estés lejos de casa y el cansancio te impida levantar la mirada, recuerda que sobre ti siempre habrá un cielo irrepetible y único, y si el cansancio puede más que tus ganas de contemplar la belleza... date por muerta, porque ya no estarás lejos de casa,  la habrás perdido y viajaras a la deriva por una eternidad y diez mil días.

     Cuando estés lejos de casa y la soledad te acaricie la espalda y la nuca y te bese en la frente, recuerda que la soledad es muy buena compañera, y que todos los gatos (de todas las ciudades) están enamorados de ti y de tu voz y que la luna nunca te dejara sola durante más de doce horas.

      Cuando estés lejos de casa y te sientas extraviada y perdida, recuerda que las pelis siempre son mejores en versión original, y que es la vida sino una peli en la que cada ciudad habla su propia lengua.

     Cuando estés lejos de casa y las distancias se alongan y te asfixian, y te duelen los tobillos de pensar en lo lejos que estás, recuerda que está bien sentirse pequeño, es el mundo quien te come y te devora, pero los kilómetros solo son números y conozco a un buitre al que no le molesta llevarte en un instante a donde desees.

     Cuando estés lejos de casa recuerda que el mundo es tu casa, y que es el mundo quien cambia, es otra luz, otra fauna, otra flora, otro ritmo y otra vida, pero tu sigues siendo la Marta que todos (y cuando digo todos quiero decir todo aquel cuyo afecto y cariño valga la pena) queremos a nuestro lado.

      Cuando estés lejos de casa recuerda que no te olvidaremos y te enviaremos bonitas postales de islas imaginarias y montañas de sueños si decides no regresar y buscar otra casa.

      Cuando estés lejos de casa y el desespero te impida esperar doce horas... aguanta por mí, porque sin ti seria yo quien perdería su casa.

 
       Nunca te enfermes lejos de casa. Y si te enamoras, que sea de alguien que valga la pena y que te haga olvidar que estás lejos de casa.

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